martes, 4 de marzo de 2008

Comiendo anchoas

Y como se presentó mi hermano y su niño cuando ya nos habiamos comido las empanadillas, nos fuimos a "acompañarles" a ellos a comer. Total, comimos dos veces tan ticamente. Ni se nos notó la primera vez.

Nos fuimos a una bodeguita con una hermosa vinoteca en la que dan unas salazones estupendas. Nos tomamos un vino de Somontano, recomendación del hermano, estupendísimo, y unas anchoas en salazón y adobadas en cazalla que eras gloria bendita. Yo no habia tomado nunca, pero creo que no será la última vez, si Dios quiere.







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